SUEÑOS

 Por: Silvia García, Puero Madryn, Chbut, Argentina
5/2010


Muchas veces el andar de la vida es incierto,
por momentos la desilución te invade
trabando los sueños que alguna vez surgieron
en nuestro corazón.
Pero solo los sueños del corazón de Dios
se hacen realidad porque siendo parte de ese sueño de Dios
nuestra alma  halla más que satisfacción.
Una vez fuimos un sueño para Dios,
luego ese sueño se tornó en nuestra creación
cuando el soplo de Dios inundó de vida nustro ser.
Los sueños vuelven a florecer
en tanto que la desilución se desvanece,
pierde esa fuerza conque en un momento
quiso apagar los sueños.
En Dios podemos volver a soñar.


Las quejas en nada ayudan a superar las crisis de la vida,
no ayudan a resolver problemas, ni grandes ni pequeños.
Solo un cambio de actitud puede cambiar el curso de nuestras vidas
y lo que nos hizo vivir hasta ahora.